Artículo de Pablo G Bejerano en eldiario.es hablando sobre el escándalo de la edición bajo pago de artículos en la wikipedia para obtener notoriedad.
- Recientemente Wikipedia se ha visto obligada a suprimir 250 cuentas de editores, un tejido «profesional» que aprovechaba la visibilidad del portal para promocionar empresas a cambio de dinero
- Los responsables de la enciclopedia colaborativa en España indican que el problema aquí es más de empresas e instituciones que tratan de transformar las páginas que hablan de ellas
El caso de Wiki-PR ha suscitado una gran polémica en torno a Wikipedia, cuestionando una vez más las garantías de neutralidad en la información. Wiki-PR es una empresa afincada en Estados Unidos que ha creado y editado entradas interesadamente para más de 12.000 clientes. Funciona como una especie de agencia de relaciones públicas centrada en el portal colaborativo. Dada la visibilidad de Wikipedia, que suele aparecer entre los primeros resultados en Google y además goza de credibilidad, la información que aparece en la plataforma genera imagen de marca.
La agencia especializada en Wikipedia se anuncia a sí misma como un gestor de entradas de la enciclopedia colaborativa. Increíblemente, tras el escándalo, su página web aún sigue operativa. Su lema promocional en Twitter –donde sus tuits ahora están protegidos– era: “Lo escribimos. Lo gestionamos. Nunca tendrás que volver a preocuparte de Wikipedia”. Según su sitio web, llevan en activo desde el año 2010, aunque en The Daily Dot han comprobado que la cuenta de editor más antigua asociada a esta trama lucrativa es de 2008. En esos cinco años llevaba más de 6.000 ediciones en el portal. Trabajaban solo con la versión inglesa.
El alcance de Wiki-PR es de tal magnitud que cabe preguntarse por los mecanismos que utiliza Wikipedia para filtrar informaciones. Pues Wiki-PR no sólo contaba con cuentas de editores a su servicio, también aseguraba poseer perfiles de administradores, una figura que tiene capacidad para expulsar a los usuarios menores, eliminar entradas o impedir que sean editadas de nuevo, con el fin de evitar el vandalismo. No tienen por qué formar parte del equipo de Wikimedia, la organización que gestiona la plataforma, sino que son voluntarios, al igual que el resto. Sin embargo, sólo existen alrededor de 1.000 en comparación con los aproximadamente 30.000 usuarios que editan cada mes, según los datos ofrecidos por VICE, la otra publicación que ha sacado a la luz el caso.
Los clientes pagaban entre 500 y 1.000 dólares por la creación de su página (una entrada de Wikipedia como todas), más una mensualidad de 50 dólares a cambio de que Wiki-PR vigilara las ediciones que se producían posteriormente. Estas tarifas no son las únicas que se conocen para este tipo de servicios, ya que existen otras empresas que se lucran a partir del portal colaborativo. My Wiki Pro crea entradas de Wikipedia por encargo, a unos 300 dólares, aunque afirman escoger a sus clientes cuidadosamente y los rechazan si no hay suficiente información. Pese a su anunciado propósito de ‘buena voluntad’, va contra la política de Wikipedia que alguien saque beneficios del sitio, como no se cansa de recordar el fundador de la plataforma, Jimmy Wales.
Empresas: los casos en la versión en español
Las normas de Wikipedia definen el conflicto de intereses como “contribuir en Wikipedia para promocionar los intereses de ciertos individuos, grupos, empresas o entidades de cualquier tipo”. En la versión en español, los responsables también tienen sus propios problemas, como explica Santiago Navarro, vicepresidente de Wikimedia España. “Es cierto que me he encontrado con casos descarados. No sé si de agencias de marketing, de los mismos empleados o de representantes. Porque no solo empresas, también instituciones intentan modificar sus páginas, o personas individuales, como cantantes o escritores. En ocasiones los cambios son oportunos, en otras, no”.
Pero hasta ahora no se han encontrado con ningún caso que se parezca a lo ocurrido en la versión inglesa, donde han tenido que eliminar más de 250 cuentas de usuario, tal y como confirmó Sue Gardner, directora ejecutiva de la Fundación Wikimedia, gestora de Wikipedia. Detrás de los problemas que tiene la versión en español no se advierte un tejido tan estructurado. Según Navarro, se trata más bien del “representante de una cantante o un escritor, que intenta mejorar su perfil y al borrárselo te amenazan, incluso legalmente”, por no hablar de la polémica suscitada entre editores sobre algunos perfiles políticos, que se editan un día por los adeptos al personaje en cuestión y otro por sus detractores.
Las entradas de las empresas tal vez sean las más llamativas en lo que se refiere a modificaciones interesadas en la versión española. “Encontramos una vez una oferta de empleo que era para modificar artículos de Wikipedia. Pero es la única noticia que he tenido yo de algo parecido a una agencia, tal cual”, asegura Navarro. «Normalmente lo que hemos encontrado han sido cosas particulares de una empresa o una institución que a uno de sus empleados le dice «oye, entra en Wikipedia y mejora el contenido en la página»», se refiere así Navarro a lo que en ocasiones es un intento de lavar la imagen pública.
En un artículo de principios de 2013, el diario económico Expansión revelaba una serie de compañías españolas importantes que modificaban o mandaban modificar sus entradas de Wikipedia, eliminando informaciones incómodas e incorporando detalles positivos. Entre ellas se incluían bancos como el Santander y el BBVA; energéticas, como Gas Natural o Iberdrola; y otras como Ferrovial o Mapfre.
¿Parte de la reputación online?
La reputación online es la imagen que tiene una marca o una persona en internet. Las agencias especializadas en marketing ofrecen como uno de sus servicios el cuidado de esta imagen, en la que muchas veces Wikipedia resulta determinante, pues ocupa el primero o segundo resultado en los buscadores. “Con un trabajo de reputación online lo que tienes que intentar controlar son los 10 o 15 primeros resultados de Google para que sean favorables”. Fernando Muñoz, consultor SEO (Search Engine Optimization), explica que este trabajo se paga, si bien señala que Google sabe que existe e impulsa hacia arriba en sus resultados a los medios de comunicación para fomentar la diversidad.
Sin embargo, Muñoz indica que el trabajo de reputación online es puramente defensivo y no impide que las críticas relevantes salgan a la luz. “Con este trabajo defensivo no te aseguras que nadie vaya a hablar mal de ti, sobre todo no te aseguras que la gente no vea que hablan mal de ti”.
Respecto a Wikipedia, recuerda que todas las modificaciones que se hacen se ven dentro del histórico del perfil, por lo que se puede comprobar quién ha editado y cómo lo ha hecho. En lo que Muñoz hace hincapié es en el vandalismo que a veces tiene lugar y que señala como un fenómeno cuyas consecuencias se deben corregir. “Pasó con [Felix] Baumgartner: cuando saltó, lo dieron por muerto antes de que se supiera nada”.
Cómo actúa Wikipedia
Cuando se detecta un caso de edición interesada, son los administradores de Wikipedia los que más poder tienen para castigarlo. En español hay alrededor de 80, todos ellos voluntarios. El vicepresidente de Wikimedia España, Santiago Navarro, explica que primero se avisa al usuario que ha cometido la falta, enviándole el enlace a las políticas del portal. Después de esto “se intenta arreglar el artículo que ha hecho. Hay algunos [administradores] que directamente lo borran y otros intentan arreglar el artículo y salvar lo que se pueda”.
“Si esa persona reincide y vuelve a editar de forma incorrecta, cuando se le ha avisado un par de veces normalmente se bloquea su usuario o su IP”, con ello se le retira el derecho a editar, según Navarro, quien afirma que no suele suceder que un usuario bloqueado vuelva a editar bajo otro nombre.
En el caso de un artículo especialmente polémico se recurre a su protección, lo que impide su edición. “Lo normal es que se produzca cuando es un tema de mucha actualidad, que está siendo editado mucho y al que se están añadiendo cosas que no son correctas. Por ejemplo, cuando a Cristiano Ronaldo lo querían fichar el Barcelona y el Madrid tuve que bloquear ese artículo porque continuamente había aficionados de uno y de otro que ponían que lo había fichado su equipo. Llega un momento en el que no puedes bloquear un usuario, porque la cantidad de usuarios que están editando el artículo son muchos, y tienes que bloquear el propio artículo”, comenta Navarro. En la versión en español hay unos 100 artículos protegidos entre más de un millón publicados.
[…] Y la noticia la he leído en senormunoz.es […]